Plástico y cartón llevan siendo rivales desde hace mucho tiempo. Una batalla que a día de hoy sigue al pie del cañón, siendo ambos materiales muy útiles y válidos para cualquier fin.
Sin embargo, podemos llegar a sorprendernos con cosas que no sabíamos de uno y otro. Por eso, en este artículo analizaremos pros y contras de ambos materiales en diferentes escenarios, profundizando información sobre ellos y centrándonos en los envases para postres.
Envases de cartón
Las cualidades que convierten al cartón en el rey del embalaje alimentario, son muchas. Su resistencia y ligereza, unidas a un coste más que interesante, han hecho que esta opción sea el material de referencia en alimentación.
- La seguridad alimentaria está garantizada, pues se trata de un material que permite proteger el contenido alimentario gracias a sus cualidades específicas.
- Es higiénico y aísla los alimentos de factores contaminantes.
- No deja rastro en el medio ambiente y es inocuo para la salud, pues no altera las cualidades del producto.
- Tiene una alta resistencia a la variación térmica
- Proporciona efecto barrero frente a la humedad, prolongando la vida útil del contenido.
- Es muy versátil y comunica parte de los valores de la marca del producto, connotando calidad, sostenibilidad y compromiso con el medio ambiente.
Envases de plástico
En cuanto al plástico, debemos concretar sobre los que son buenos para la salud y cómo saber cuáles son seguros.
Lo primero que debemos observar, son los símbolos que se encuentran en la parte inferior de los envases. Una especie de triángulo con un número en su interior comprendido entre el 1 y el 7. Esto es lo que nos permitirá saber el código de identificación de resina.
Los que incluyan números como 1,2,4 y 5 (PET, HDPE, LDPE y PP respectivamente), son completamente seguros para la salud de las personas, pues no movilizan sustancias químicas que causen tipologías de cáncer. Sin embargo, debemos tener especial cuidado con los que contengan números como el 3,6 o 7 (PVC, PS y otros respectivamente).
Es importante no comprar productos en envases en los que no figure su composición. Además de no calentar en el microondas comida o bebida, biberones o recipientes plásticos, como medida de precaución para evitar movilizar sustancias tóxicas en los alimentos.
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